
Por Juan José Iñoñan;
Columnista de la sección de “Economía Bancaria y CMAC” en el área de Finanzas de The Key
Quiero arrancar citando la definición dada por el Grupo Consultivo de Apoyo a los Pobres (CGAP), que es parte del Banco Mundial, respecto a las microfinanzas, refiriéndose a ellas como: “La prestación de servicios financieros formales para las personas pobres y de bajos ingresos (y, en el caso del crédito en particular, para los no asalariados), así como para otras personas sistemáticamente excluidas del sistema financiero. Como se señaló, las “microfinanzas” abarcan no solo una variedad de productos crediticios (para fines comerciales, la distribución del consumo en el tiempo, el financiamiento de obligaciones sociales, emergencias, etc.), sino también el ahorro, las transferencias de dinero y los seguros”.
Partiendo de este concepto, identificamos a las microfinanzas como un sector con oportunidades de crecimiento para personas en situación de vulnerabilidad. Las instituciones de microfinanzas (llámense cajas municipales, cajas rurales, edpymes y cooperativas de ahorro y crédito) han aportado a su desarrollo, dando oportunidad a muchas personas de mejorar su nivel de vida y contribuyendo al dinamismo de la economía del país.
Asimismo, en el país existen 2 definiciones que aluden a las empresas de microfinanzas, que son propiamente microempresas. De acuerdo a la SBS, ésta las identifica, desde el punto de vista del endeudamiento, como toda entidad que mantiene endeudamiento menor o igual a 30 mil soles en el sistema financiero. Por otro lado, el criterio de la SUNAT, el cual se basa en el número de trabajadores, la reconoce como toda compañía que tiene hasta 10 trabajadores y su nivel de ventas son menores de 525 mil soles. En esta oportunidad, por estar muy vinculado al tema financiero, trabajaremos con la definición de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP.
Principales aspectos de las microfinanzas y su relación con su segmento de atención
Recordemos que este sector, durante muchos años, fue un sector ignorado por la banca tradicional, debido a que los requisitos de la banca tradicional exigen un mayor nivel de formalidad en las actividades. Específicamente, que acrediten estar inscritos en SUNAT, tener licencias de funcionamiento de la municipalidad y ser empresas competentes de acuerdo a la actividad a desarrollar. Asimismo, la banca tradicional suele tener una política de admisión de clientes muy rigurosa, la cual cierra las puertas de atención a los clientes de microfinanzas.
Para poder atender a este tipo de clientes, se han desarrollado procesos, políticas y normativas que permiten su admisión, con un nivel de riesgo de impago acorde al sector. Cabe resaltar que los procesos crediticios son ágiles y se basan en dos aspectos: i) Un aspecto cuantitativo vinculado a la capacidad de pago, a través de la generación de estados financieros como son el estado de situación financiera, el estado de resultados y los flujos de caja, para así poder establecer el monto de financiamiento más acorde; y ii) El aspecto cualitativo, el cual se relaciona con las referencias personales del cliente, el uso del financiamiento y antecedentes de pago de deudas financieras (comerciales o personales). Estas características del aspecto cualitativo se vinculan con el asegurar de que “El cliente cuenta con voluntad de pago”.
En resumen, resaltan dos aspectos fundamentales: La capacidad de pago y la voluntad de pago, y estos son los dos aspectos bajo el cual se basa el proceso crediticio en instituciones de microfinanzas. Por ello, la atención resulta ser muy ágil: Un crédito puede desembolsarse en máximo 2 días desde que se presenta la solicitud de crédito o se capta al cliente, entonces la importancia de ser oportuno es clave en este segmento.
Ahora, este sector tiene sus particularidades, resaltando como la principal la informalidad. El 75% de las microempresas en el país son informales hasta el año 2018, de acuerdo al Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL). Sin embargo, sólo las mypes (micro y pequeñas empresas) tienen un nivel de ventas que representa actualmente el 19% del total del PBI peruano, de acuerdo a lo indicado por Comex Perú. Con estos números que se manejan, esto representa un importante aporte a la economía del país, por lo que requiere su atención, pues sigue siendo un sector vulnerable. Y en esta coyuntura de la pandemia resulta importante el apoyo a estas empresas para poder afrontar la reducción de las ventas como consecuencia de la cuarentena, la cual ya va más de 60 días y se ampliado hasta el 30 de junio del presente año.
Las microfinanzas, vinculada directamente con la informalidad de sus actores, atiende en esencia a este segmento y podemos resaltar que atiende con preferencia al sector comercio, servicios, transporte y agropecuario. Y debido a las características de informalidad de la cartera, las instituciones de microfinanzas asumen un mayor riesgo crediticio en comparación al de la banca múltiple tradicional. Esto se refleja en las tasas promedio relativamente más altas que ofrecen respecto al sector bancario.
A continuación les presento algunos datos sobre la participación de créditos microempresa (créditos menores o iguales a 30 mil soles) en la banca múltiple, cajas rurales, cajas municipales, financieras y edpymes, información a marzo de 2020 obtenida de la SBS.
- La participación de los créditos microempresa en todas las entidades financieras suman más de 11 mil millones de soles.
- Las cajas municipales participan en 39.53% del monto anterior, resaltando las cajas Arequipa, Huancayo y Piura con participaciones individuales del 9.93%, 8.45% y 6.32%, respectivamente; siendo las cajas municipales que más atienden en este sector.
- La banca múltiple participa en el 31.92% del monto total de créditos, resaltando el banco Mibanco con una participación del 24.37%, convirtiéndolo en la entidad financiera con mayor participación en este tipo de créditos.
- Las financieras (o también llamadas “Empresas financieras”) participan en el 23.04% del monto total de créditos, resaltando Compartamos Financiera con una participación del 10.20%.
- Las cajas rurales participan en el 3.80% del monto total de créditos, resaltando la CRAC Los Andes con una participación del 2.19%.
- Las edpymes participan en el 1.70% del monto total de créditos, resaltando Edpyme Alternativa y Edpyme Acceso Crediticio con una participación del 0.83% y 0.65%, respectivamente.
- Con ello, las instituciones de microfinanzas (Cajas municipales, cajas rurales y edpymes) representan el 45.04% del monto total de créditos microempresa, siendo la mayor participación; seguida por la banca múltiple con un 31.92%, cuya mayor participación la tiene Mibanco (conocido como “El banco de las microfinanzas en el país”); y el tercer lugar lo ocupa las financieras con un 23.04% (ver Gráfica N° 1). Cabe indicar que no se cuenta con información actualizada sobre las cooperativas de ahorro y crédito, y el incluirlos haría que la participación de las instituciones de microfinanzas en créditos para microempresas probablemente represente más del 50% del total.
Gráfica N° 1: Participación de mercado de los grupos de instituciones financieras en el total de créditos microempresa

Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos de la Superintencia de Banca, Seguros y AFP (SBS)
Las particularidades de las microfinanzas en el Perú
Las instituciones de microfinanzas son especialistas en el tipo de financiamiento de microcréditos. Han desarrollado un modelo de negocio el cual les permite ser rentables con un manejo adecuado del riesgo crediticio. Esto se debe a la experiencia que han generado en la actividad, lo que les ha permitido obtener el know-how requerido para la cartera.
A partir de eso, es interesante indicar algunos hechos particulares del mercado de microfinanzas en el Perú. Por ejemplo, el Grupo Credicorp (que cuenta con el banco más grande del país, Banco de Crédito del Perú – BCP) compró a la Financiera Edyficar y, posteriormente, a Mibanco, creando así el banco con más colocaciones de crédito microempresa en el país. Asimismo, Grupo Continental (propietario del banco BBVA, otro actor con alta participación de mercado en la banca múltiple) adquirió Financiera Confianza. Es decir, los grandes bancos, que en un principio no atendían este gran sector, después de ver que las microfinanzas (a lo largo de estos años) terminaron siendo un sector con una verdadera oportunidad de desarrollo, han puesto sus ojos en estas instituciones de microfinanzas y, con ello, han ampliado su capacidad de atención a los empresarios tanto formales como informales.
La especialización reflejada en el know-how es fundamental en el negocio, razón por la cual los grandes grupos económicos del sector financiero han comprado estas empresas de microfinanzas, en vez de formarlas, ya que es importante contar con el personal capacitado y la experiencia necesaria en el manejo del negocio.
Resulta importante que las empresas de microfinanzas nunca pierdan su sentido de ser, que es atender a los microempresarios. También es valioso recordar que los bancos tradicionales son expertos en atender a empresarios que no corresponden a ese segmento (créditos de pequeñas empresas, grandes empresas y corporativos). Por ello, plantear una política comercial agresiva en esos segmentos para una empresa de microfinanzas, la cual carece de esta especialización, siempre resultará perjudicial para la calidad de su cartera.
Comentarios finales
Recapitulando, podemos resaltar que la banca tradicional es una banca con políticas de admisión de clientes restrictivas; mientras que las microfinanzas permiten la inclusión de actores económicos que desarrollan sus actividades en la informalidad. Ante esto, indicaremos los aspectos más importantes que diferencian a ambas bancas:
1. Las microfinanzas tienen un política de admisión inclusiva, tomando en cuenta que pueden ser atendidos clientes informales. En cambio, la banca tradicional presenta una política de admisión restrictiva.
2. Las microfinanzas financian oportunidades de mejora personal y de calidad de vida de personas vulnerables. En cambio, la banca tradicional financia, en su mayoría, objetivos empresariales.
3. Las microfinanzas te dan oportunidad de pagos flexibles, de acuerdo a la actividad económica del cliente. La banca tradicional, en cambio, no atiende algunas actividades económicas.
4. Las microfinanzas tienen un proceso crediticio más ágil y rápido (en un día se puede captar, evaluar y desembolsar un crédito). La política de la banca tradicional, en cambio, es más burocrática, siendo sus procesos más largos.
5. Las microfinanzas requieren un trabajo con más participación en el campo (ir en busca de los clientes). Los procesos de la banca tradicional, en cambio, obligan a estar más tiempo en oficina.
6. Las microfinanzas obligan al asesor a asistir técnicamente a los clientes, ya que estos clientes, en promedio, carecen de conocimientos básicos de finanzas. La banca tradicional, en cambio, obliga a capacitación y mayor especialización, ya que los clientes sí tienen mucho conocimiento de temas financieros.
7. Las microfinanzas permiten la inclusión financiera a través del acceso al financiamiento a través de productos que se adecúan a sus necesidades y actividades empresariales. La banca tradicional, en cambio, no lo permite de cierta forma por sus políticas de admisión de clientes mucho más restrictivas.
8. Debido al mayor riesgo asumido, las tasas que ofrecen las instituciones de microfinanzas son más elevadas que las que ofrece la banca tradicional.
9. Las microfinanzas representan una gran oportunidad de desarrollo al gran sector de empresarios informales del país, ya que, como se indicó anteriormente, los datos actuales indican que este segmento mueve aproximadamente el 19% del total del PBI. La banca tradicional, en cambio, si bien no atiende a este sector directamente, a través de sus grupos económicos han adquirido empresas de microfinanzas, entendiendo que es un sector en constante crecimiento y con oportunidades de desarrollo.
10. Las microfinanzas, si bien son importantes para la economía, tienen su lado negativo y es que se relacionan mucho con la informalidad de los empresarios. Ejemplos de esta informalidad se traducen en que estos clientes no pagan al Estado sus tributos, y son un estímulo para la corrupción, como el caso de los mercados en La Victoria, en donde los comerciantes informales pagaban cupos para poder trabajar. Por ello, resulta importante que el Estado busque mecanismos de atracción hacia la formalidad, tema urgente que no ha podido ser atajado de la forma más adecuada.
Entonces, a manera de resumen, las microfinanzas tienen una vinculación directa con los empresarios informales (que representan el 75% de empresarios del país) y que, por sus características, sólo pueden ser atendidos por estas instituciones de microfinanzas. Además, los bancos tradicionales no atienden a ese sector; sin embargo, a través de los grupos económicos que los conforman, han adquirido empresas de microfinanzas, ya que las ven como un sector en crecimiento con buenas perspectivas.
Ante la coyuntura actual, las microfinanzas resultan ser un sector atractivo que debe ser apoyado con prioridad. Si bien se ha puesto el Programa FAE MYPE (con un valor de 300 millones de soles), se debe dar un apoyo más concreto a las instituciones de microfinanzas, a fin de evitar contingencias financieras por la afectación de la pandemia y la cuarentena, como pérdida temporal o total de la capacidad de pago de los deudores.
Las microfinanzas representan una gran oportunidad de desarrollo socioeconómico. Su influencia se refleja en las mejores condiciones de vida de las personas que forman parte de su cartera. Muchas de estas personas han salido de la pobreza, por lo cual el sector debe ser protegido, ya que es la principal fuente de financiamiento de los microempresarios del país.
Para finalizar, las instituciones de microfinanzas realizan un trabajo duro y sostenido que les permite poder incluir financieramente a cada vez más personas. Este es un trabajo lleno de responsabilidad que permite a muchas personas lograr mejorar su situación económica y sus condiciones de vida. Por ello, ante todo, siempre es un regocijo ver a empresarios que surgieron de la mano de la empresas de microfinanzas y se terminaron convirtiendo en grandes empresarios. Este es el mayor objetivo de las microfinanzas: Permitir la evolución de los empresarios, de la mano de instituciones financieras sostenibles y rentables.
Bibliografía
1. Grupo Consultivo de Apoyo a los Pobres (2012). Guía para la regulación y la supervisión de las microfinanzas. Directrices de Consenso. Recuperado de: https://www.cgap.org/sites/default/files/Consensus-Guidelines-Guide-to-Regulation-and-Supervision-of-Microfinance_Oct-2012-Spanish.pdf
2. Diario Perú 21 (2019). Noticia: Más de 7.3 millones de empresas en el país son informales, según la CCL. Recuperado de: https://peru21.pe/economia/7-3-millones-empresas-pais-son-informales-ccl-nndc-480925-noticia/
3. Diario El Peruano (2019). Noticia: Ventas de las mypes representan 19% del PBI. Recuperado de: https://elperuano.pe/noticia-ventas-de-mypes-representan-19-del-pbi-82195.aspx
4. Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (2020). Estadísticas del sistema financiero. Recuperado de: https://www.sbs.gob.pe/estadisticas-y-publicaciones/estadisticas-/sistema-financiero_
Imagen de cabecera: Agencia de noticias Andina